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¿De qué debemos protegernos?

En España se presentan cada día más de 700 denuncias por ciberataques. Los más jóvenes son especialmente vulnerables.

6 aspectos básicos

Al menos 6 tipos de situaciones, con sus diversas variantes, son las que deberíamos contemplar a la hora de formarnos sobre ciberseguridad, y de educar a niños y adolescentes:

Usurpaciones de identidad

Si alguien decide crearse una cuenta con la identidad de nuestros hijos (nombre y apellidos y alguna foto, por ejemplo) no suele tener una buena intención. Si se trata de la broma de alguna amistad puede quedar en nada, pero si es una acción premeditada nos traerá problemas. Y nadie debería cometer el error de pensar que no es un objetivo interesante en internet. Todos lo somos. Y, en ocasiones, resulta más interesante usurpar precisamente la identidad de una persona que pasa desapercibida, que la de una persona conocida. Cuando un adolescente dice que “no es nadie”, y que a nadie le interesa su vida, se equivoca. Una usurpación de identidad puede causar diversos tipos de problemas:

Problemas de reputación digital. El ciberdelincuente puede utilizar el perfil del adolescente como altavoz para decir cosas que no quiere decir con su identidad real, para apoyar a grupos radicales de cualquier tema, criticar a entidades, colgar imágenes o vídeos con proclamas de todo tipo, etc. Eso puede acarrear un problema importante para la imagen y reputación del menor de edad si se hace públicamente.

Problemas legales. También es posible utilizar esa cuenta falsa para difundir mensajes ilegales o contenidos delictivos: desde pornografía infantil hasta manuales de elaboración de explosivos. También existe la posibilidad de que la cuenta sea utilizada para cometer estafas, engañar a otras personas utilizando la identidad del adolescente o incluso participar en ataques informáticos a otros usuarios desde dicho perfil.

Problemas de convivencia. Es posible utilizar el perfil falso para generar conflictos entre el adolescente y las personas con las que se relaciona. Si conoce a sus amistades, compañeros/as del colegio, profesorado o vecinos, puede dedicarse a insultarlos, enviar imágenes desagradables, etc. Si los demás creen que ese perfil es del adolescente, será necesario dar muchas explicaciones para que todo el mundo nos crea, en ocasiones tal vez tras una denuncia de algún afectado.

Problemas de seguridad. Si el objetivo del individuo es causar más daño, podría utilizar ese perfil falso para amenazar o provocar a personas peligrosas. Podría insultar a un grupo problemático de otro centro escolar y citarlos a la salida de clase… Podría también solicitar en nombre del adolescente servicios por los que no pagaría y generar una posible deuda con individuos poco recomendables.

Todo va a depender de los objetivos y la imaginación del ciberdelincuente, pero puede resultar mucho más dañino de lo que pudiéramos pensar. Hay personas que tienen incluso vetada su entrada en algunos países, por cosas que alguien ha dicho utilizando una cuenta falsa con su identidad. No es una broma. Saber cómo prevenir, identificar y actuar en estos casos, es fundamental.

Ataques de tipo PHISHING

Podríamos definir el phishing como el conjunto de técnicas que se desarrollan para lograr, mediante el engaño, datos sensibles de usuarios de internet: desde sus números de tarjeta de crédito a sus claves de acceso a distintos servicios: tiendas de internet, redes sociales, videojuegos… Estos ataques son una verdadera amenaza para las seguridad de las personas, de las familias, las empresas y todo tipo de entidades, y están aumentando de forma exponencial y haciéndose cada vez más sofisticados. Los más conocidos son los correos que recibimos en los que nos piden que confirmemos nuestras claves bancarias, o que se ha producido un problema de seguridad y van a bloquear nuestra cuenta. Pero existen diversos tipos de phishing, y algunos son mucho más sofisticados y personalizados que otros.

Hay que tener un especial cuidado cuando se combinan con técnicas de ingeniería social. Podemos ver un ejemplo en esta misma web, en el apartado correspondiente.

CIBERGROOMING, Child grooming o acoso sexual a menores 

Podríamos definir el cibergrooming como aquella conducta, desarrollada por un adulto, que tiene por objetivo engañar a un menor en cualquier entorno digital para llevar a cabo algún tipo de agresión sexual: desde un contacto y abuso directo, hasta la obtención de imágenes protagonizadas por el menor.

Este delito puede ser protagonizado por distintos tipos de individuos, desde acosadores del entorno a personas que buscan específicamente a menores de edad. Cuando se trata de un hecho premeditado suele pasar por varias fases, en las que el niño o adolescente va siendo embaucado, manipulado y condicionado para terminar facilitando información personal, imágenes íntimas o aceptando un encuentro.

Sin precipitarnos en el tiempo, es desde luego uno de los temas más importantes a trabajar con adolescentes que se relacionan en internet con personas a las que no conocen fuera de la red.

Secuestro de datos o RANSOMWARE 

El ransomware, malware de rescate o secuestro de datos, es un tipo de ataque que bloquea los archivos o aparatos que utilizamos, para pedir un rescate o pago a cambio de desbloquearlos. El problema, además del chantaje que conlleva, es que puede extenderse fácil y rápidamente por el resto de aparatos conectados. Si entra en uno de los ordenadores de la familia, puede comprometer al resto de aparatos. Podemos toparnos con dos tipos de ransomware: el que bloquea las funciones básicas de nuestro equipo y no permite su funcionamiento, y el que cifra los archivos haciendo imposible abrirlos.

El ransomware suele extenderse en ataques de phishing, como los mencionados anteriormente, o entrando en páginas y sitios de contenido malicioso, piratería, contenidos ilegales y otros. Es muy importante, entre otras acciones, que las aplicaciones que tengamos instaladas tengan siempre las últimas actualizaciones y parches de seguridad. Se trata de una de las amenazas que más se extiende, y afecta a miles de personas.

 

Redes WIFI públicas y BAITING

Muchos adolescentes se conectan a redes WIFI públicas o gratuitas para ahorrar datos, sin ser conscientes del riesgo que esto entraña. Una WIFI pública es aquella que no está protegida por una contraseña de acceso, o que lo está pero es de acceso masivo. Es decir, que muchas personas que no conocemos están conectándose también. El administrador de esta red, o cualquiera de los usuarios, podría llegar a acceder a los contenidos de nuestro terminal, obtener las contraseñas que utilizamos o derivarnos a páginas o sitios con contenido malicioso en los que se nos descargaría cualquier tipo de virus o de troyano.

Otro de los temas que debemos trabajar con niños y adolescentes es el BAITING. Se trata de un ciberataque que resulta de la combinación de ingeniería social con un ataque casi presencial. El ciberdelincuente deja un pendrive en el suelo, en los servicios, en un aula, junto a máquina de refrescos, o en cualquier otro sitio por el que vayamos a pasar. Si lo cogemos y lo metemos en nuestro ordenador para ver lo contiene o para intentar averiguar quien puede haberlo perdido, se nos descargará en archivo malicioso. Para muchos adolescentes es muy difícil resistirse a esto, y más si alguien ha escrito en el pendrive frases como: “Fotos de 4º B”, “Fotos de la excursión” o “Mis fotos”

 

Amenazas, calumnias, injurias… y SEXTORSIÓN

Internet es el entorno predilecto de quienes quieren perjudicar a otra persona difundiendo o publicando calumnias, injurias o incluso amenazas, de forma más o menos anónima. También es importante enseñar a los adolescentes a reaccionar ante las críticas en internet, o actuar ante los denominados trolls. Trabajamos ese tema en concreto al hablar sobre reputación digital.

El fenómeno de las extorsión hacia adolescentes y preadolescentes puede aparecer ligado al cibergrooming o no. Se trata de episodios en los que el ciberdelincuente amenaza al menor con la difusión de imágenes íntimas que dice poseer. Cuando se trata de un caso de sexting puede entonces ser cierto, y haber tenido acceso a esas imágenes, pero en muchos casos resulta ser falso. Puede no disponer de ninguna imagen, o haber realizado un montaje fotográfico con otras imágenes y el rostro del/la adolescente. También puede ser consecuencia de un ataque de phishing bastante conocido. Cada día miles de personas reciben un correo en el que se les dice que han sido grabadas por la cámara de su ordenador, móvil o tablet, mientras veían pornografía. En el correo se extorsiona diciendo que en caso de no ingresar una cantidad determinada de dinero, el ciberdelincuente enviará las imágenes que ha obtenido a todo el listado de contactos del menor. No tiene esas imágenes, pero si el menor ha visualizado pornografía puede llegar a pensar que existen.

Más información en: “AUTORREGULACIÓN DIGITAL: Cómo educar en el uso responsable de la tecnología”. Septiembre de 2021. Biblioteca de Innovación Educativa. Editorial SM. Autor: Guillermo Cánovas.

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