Alumnos utilizando programas de inteligencia artificial para romper con la novia o camelarse a los padres

Este curso ya me he topado con varios alumnos que están utilizando programas de inteligencia artificial -IA- para hacer trabajos de clase. No es como copiar un trabajo entero de El Rincón del Vago, o sitios similares, sino que resulta un poco más trabajoso. Pero si sabes utilizar bien estos programas, el resultado puede ser mucho mejor y más difícil de identificar como copia.

Al igual que siempre, los avances tecnológicos resultan más o menos convenientes en función de cómo se usen, pero lo que he escuchado esta semana me ha dejado más preocupado.

Me preocupa mucho que algunos adolescentes estén utilizando ya la INTELIGENCIA ARTIFICIAL en lugar de la INTELIGENCIA EMOCIONAL. Esta cuestión entre la IA y la IE plantea un nuevo conflicto.

Un alumno me comentó hace unos días que había utilizado un programa de IA para romper con su novia. No tenía muy claro cómo decírselo a ella y concluir la relación, pero sí sabía que lo haría por whatsapp. Esto último es frecuente, pero no la forma en que lo hizo. Consciente de que todo lo que iba a decir podía ser inmortalizado en diversas capturas de pantalla, que después terminarían circulando por el instituto, decidió “currárselo un poco”.

Utilizando un programa de IA y pidiéndole: frases para romper una relación de pareja, obtuvo las siguientes opciones:

  • “Creo que necesitamos tiempo para trabajar en nosotros mismos y en nuestras vidas personales antes de poder comprometernos a una relación juntos.”
  • “Creo que tenemos diferentes valores y metas en la vida, y no veo una forma de reconciliar esas diferencias.”
  • “Siento que nuestra relación se ha vuelto tóxica y no saludable para ninguno de los dos, y creo que lo mejor es seguir adelante separados.”
  • “Creo que hemos intentado hacer que funcione durante tiempo, pero simplemente no estamos bien juntos y no podemos seguir luchando por algo que no funciona.”
  • “Después de reflexionar mucho, creo que necesito estar solo/a por un tiempo para descubrir lo que realmente quiero en una relación.”

Finalmente decidió despedirse con una de estas frases, utilizándola como principal argumento.

Otro alumno añadió que había utilizado la IA para buscar excusas que poner a sus padres para conseguir que le dejaran llegar a casa más tarde. El programa le recomendó utilizar uno de los siguientes argumentos:

  • Decir que se trata de una “circunstancia especial” (un cumpleaños, celebración…).
  • Apelar a su “necesidad de socialización”, explicando a sus padres que las salidas con sus amigos favorecían su integración en el grupo, así como el problema que podía suponer sentirse aislado.
  • Su necesidad de una “mayor autonomía”, fundamental para desarrollarse y descubrir el mundo que le rodea.
  • El desarrollo de “habilidades sociales”, que le ayudarían a ser más responsable, a tomar mejores decisiones y a resolver problemas, y que eso “le ayudaría a desarrollarse como persona”.
  • Que estar más tiempo fuera le ofrecía “nuevas oportunidades de aprendizaje”…

Hay que reconocer que, en efecto, la inteligencia artificial “se curra” los argumentos más que algunos adolescentes, y parece que por eso están comenzando a utilizarla.

No voy a entrar a valorar si su hora de llegada a casa debía ser más amplia o menos, no le pregunté al respecto y no es lo que me preocupa. Tampoco me parecen malos argumentos los esgrimidos por la IA, aunque llegar más tarde a casa no siempre implica o tiene como objetivo “mejorar tus habilidades sociales” o “nuevas posibilidades de aprendizaje”. Una hora más de juerga puede tener otros objetivos y consecuencias. Lo que me preocupa es que tengan que acudir a la IA para hacer esto.

Debo aclarar, para ser justo, que los programas de IA no suelen responder a preguntas malintencionadas. De hecho, si el adolescente le pide “excusas” para sus padres, lo que le dirá seguramente es que no debe engañar a sus padres sino exponer claramente sus argumentos. Pero, si sabes reformular la pregunta utilizando la palabra “razones”, en lugar de “excusas”, entonces te facilitará inmediatamente los argumentos. Pero no estoy juzgando tampoco a la IA. Puede ser una herramienta muy útil, o muy dañina, en función de cómo y para qué la uses. No voy a juzgar la herramienta en este artículo, sino a reflexionar sobre el fondo del problema, que es lo que nos interesa como educadores.

Lo que necesitamos en los centros educativos es más tiempo, esfuerzo y contenidos, para trabajar con el alumnado la gestión de sus emociones. Necesitamos trabajar la tan manida, pero poco desarrollada, INTELIGENCIA EMOCIONAL. El hecho de que tengamos adolescentes acudiendo a programas de inteligencia artificial para saber cómo decirle algo a alguien, sabiendo que va afectar a sus emociones y sentimientos, es preocupante. Ya no solo el hecho de que se desenvuelvan con dificultad en el cara a cara, sino que tengan que acudir a una máquina para convertir en palabras lo que sienten y desean expresar. Necesitamos mucha más escritura, comunicación cara a cara, lectura de libros y verdadero trato humano, no siempre con una pantalla de por medio. En los talleres que realizo en los colegios compruebo sistemáticamente la falta de vocabulario emocional y de estrategias básicas para gestionar emociones y sentimientos.

Recuerdo montones de conversaciones recientes, con psicólogos/as de Departamentos de Orientación de colegios, institutos y universidades, en las que me comentan cómo los padres acuden ahora a ellos preocupados porque sus hijos prefieren no salir. Muchos optan por pasar la tarde viendo vídeos, series o jugando partidas de videojuegos, mientras se comunican con sus amigos a través de una sala de chat o con el micro y los cascos puestos. No son casos aislados. Parece que cada vez hay más dificultad para aguantar la mirada del otro, para decirse algo a la cara, y para soportar la reacción de la otra persona. Porque la reacción de la otra persona también nos afectará a nosotros, y tal vez no sabemos cómo gestionar esas emociones de ida y vuelta. Y utilizo la primera persona del plural, porque veo que no solo es un problema entre adolescentes sino también cada vez más entre adultos. Y lo preocupante de todo esto es que terminemos prefiriendo el trato con una máquina, o a través de ella, que el cara a cara y la relación personal.

La INTELIGENCIA ARTIFICIAL también ha llegado para quedarse. Lo que debemos hacer desde las familias y los centros escolares es profundizar mucho más en la formación emocional de niños y adolescentes, porque realmente es una necesidad imperiosa en estos momentos de nuestra evolución.

Guillermo Cánovas

 

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de sus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad