Esfuerzo neurológico
¿Nos interesa que la IA haga todo su trabajo?La neuroplasticidad
Una de las principales características de nuestro cerebro es la neuroplasticidad, desarrollada para adaptarse y reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales en respuesta al aprendizaje, la experiencia o incluso la falta de uso. Cuando hacemos una tarea con frecuencia se desarrollan nuevas conexiones entre las neuronas y se hacen más fuertes. Como consecuencia, esa tarea nos resulta cada vez más fácil, la hacemos en menos tiempo y los resultados son cada vez mejores. Del mismo modo, cuando dejamos de hacer una tarea esas conexiones se debilitan e incluso pueden llegar a desaparecer. Esto hace que, con el tiempo, la tarea nos resulte más difícil, requiera más esfuerzo y tiempo, y obtengamos peores resultados.
Si utilizamos la IA para escribir artículos científicos, e-mails o resumir textos, nuestras habilidades cognitivas corren el riesgo de verse comprometidas, ya que cuando delegamos en exceso dejamos en manos de la IA el procesamiento de la información y perdemos la oportunidad de fortalecer la memoria. Reducir el esfuerzo neurológico disminuye nuestra capacidad para pensar críticamente y resolver problemas de manera independiente.
Los niños y adolescentes necesitan desarrollar y afianzar una serie de procesos cognitivos, además de lo que conocemos como funciones ejecutivas, que se desarrollan precisamente en esa etapa de la vida. Cuando un niño está aprendiendo a multiplicar y a dividir lo último que debemos hacer es poner en sus manos una calculadora. Años después, cuando haya realizado miles de operaciones de cálculo mental, le daremos la calculadora para ganar tiempo y efectividad en operaciones mucho más complicadas.
El hecho de aprender a multiplicar no es una perdida de tiempo. Este proceso es muy necesario y permite el desarrollo de habilidades cognitivas fundamentales. La calculadora debe empezar a utilizarse solo cuando las habilidades básicas están bien consolidadas, existe una comprensión profunda de los procesos implicados, el estudiante puede evaluar críticamente los resultados y la herramienta sirve para ampliar capacidades, no para sustituirlas.
Pero esto no es así solo en los niños…
Veamos algunos estudios
El reciente estudio (2025) realizado por Microsoft Research y la Universidad Carnegie Mellon ha analizado el impacto del uso de la inteligencia artificial (IA) en las habilidades de pensamiento crítico y analítico de los trabajadores. La investigación se centró en el estudio de profesionales que emplean herramientas de IA generativa, como ChatGPT y Copilot, en sus tareas diarias.
Los investigadores concluyen que, aunque la IA puede mejorar la eficiencia en el lugar de trabajo, su uso inadecuado puede provocar una dependencia excesiva y una disminución en la resolución independiente de problemas. Estas son algunas conclusiones:
- El uso regular de la IA disminuye el esfuerzo percibido en actividades como la recuperación de información, resolución de problemas y la evaluación de contenidos.
- Los usuarios con alta confianza en la IA tienden a reducir su pensamiento crítico, aceptando resultados sin cuestionarlos, lo que puede reducir la capacidad de resolución de problemas independientes.
- La IA puede generar convergencia mecánica: los usuarios generan resultados menos diversos y creativos al depender demasiado de las sugerencias automatizadas.
- La reducción en la práctica del pensamiento crítico puede debilitar las habilidades cognitivas esenciales, dejando a los trabajadores menos preparados para manejar excepciones o situaciones complejas sin ayuda de la IA.
Otro estudio realizado con adolescentes por investigadores de la Universidad de Lund en Suecia, analiza el uso de la IA generativa y su relación con las funciones ejecutivas y el rendimiento académico, destacando varios riesgos relacionados con el uso frecuente de IA en la adolescencia:
- Posible estancamiento o deterioro de habilidades cognitivas: El estudio advierte que el uso excesivo de IA durante la adolescencia podría impedir la maduración natural de funciones cognitivas clave.
- Riesgos para la integridad académica y aprendizaje a largo plazo: el uso superficial de la IA puede afectar el aprendizaje profundo y la adquisición de conocimientos duraderos.
- Dependencia excesiva y menor desarrollo de funciones ejecutivas (EF): Los estudiantes con más dificultades en planificación, memoria de trabajo y autocontrol recurrían con más frecuencia a la IA, y en lugar de fortalecer estas habilidades, la IA podía reemplazarlas, afectando el desarrollo cognitivo a largo plazo.
- Impacto en la resolución de problemas y el esfuerzo cognitivo: Muchos adolescentes con dificultades en EF usaban la IA principalmente para completar tareas, en lugar de iniciarlas o estructurarlas. En lugar de ayudar en el proceso de aprendizaje la IA puede fomentar la evitación de desafíos cognitivos.
Un nuevo estudio que analiza los resultados de 24 estudios empíricos publicados entre 2019 y 2023, titulado “Psychological impacts of AI use on school students: a systematic scoping review of the empirical literature“, explora los efectos psicológicos del uso de la inteligencia artificial (IA) en estudiantes de diferentes niveles escolares, desde preescolar hasta secundaria. El objetivo principal es entender cómo el uso de la IA afecta cognitiva, emocional y conductualmente a los estudiantes, y cómo estos impactos varían según la edad y el contexto educativo. Algunas advertencias que señalan:
- Existe el riesgo de sobrecarga cognitiva, dependencia excesiva de la tecnología y reducción del pensamiento crítico. Además, la falta de interacción humana puede afectar negativamente el aprendizaje.
- Algunos estudiantes experimentaron ansiedad, estrés y aislamiento social debido al uso de la IA. También hubo preocupaciones sobre la privacidad y la pérdida de interacciones humanas genuinas.
- El uso excesivo de la IA puede llevar a la adicción tecnológica, reducir la capacidad de atención y afectar las habilidades sociales, especialmente en la formación de relaciones interpersonales fuera de línea.
Otro estudio más realizado recientemente (2025) por un Equipo de la Universidad de Oxford y publicado en la revista especializada The Lancet, afirma que la inteligencia artificial (IA) podría tener un impacto negativo mayor en niños y jóvenes que el de las redes sociales.
Según los investigadores, la exposición a la IA desde una edad temprana podría afectar al desarrollo cognitivo, emocional y social de los menores. Entre los riesgos identificados se incluyen la dependencia tecnológica, la pérdida de habilidades críticas como el pensamiento independiente y la creatividad, y la exposición a sesgos algorítmicos que podrían influir en su percepción del mundo.
Además, el estudio destaca preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos, ya que los niños y jóvenes son particularmente vulnerables a la recopilación y uso indebido de su información personal. Los autores subrayan la necesidad de regulaciones más estrictas y de una supervisión adecuada para mitigar estos riesgos, así como la importancia de educar a los menores sobre el uso responsable de la IA.
Este año y en sucesivos se van a ir publicando estudios sobre los efectos negativos del uso de la IA entre niños y adolescentes, especialmente entre aquellos que acceden sin supervisión ni formación previa. Los iremos publicando en la sección de ESTUDIOS.