Denominamos ESTRÉS DIGITAL al conjunto de reacciones que se producen en el organismo ante una situación de tensión física y/o emocional, generada por el uso indiscriminado de los entornos digitales.

Esta situación, en un principio, no debería suponer un problema. El estrés prepara al organismo para afrontar con éxito una situación ante la que resulta necesario actuar. El problema surge cuando el individuo no sabe dar una respuesta adecuada a esta situación, o cuando la misma se prolonga en el tiempo cronificándose.

Los procesos fisiológicos implicados conllevan la secreción de hormonas y neurotransmisores como la ADRENALINA, NORADRENALINA y otras, que incrementan la frecuencia cardíaca, contraen los vasos sanguíneos, dilatan las vías aéreas, y participan en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso simpático. Es decir, preparan al organismo para dar respuesta a una nueva situación que lo requiere.

Al mismo tiempo, segregamos otras hormonas como el CORTISOL, que aumenta las reservas de azúcar en sangre y prepara al organismo para resistir. Juega un papel importante a la hora de afrontar el estrés, optimiza el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.

Todos estos procesos, útiles y necesarios, pueden dejar de serlo si el individuo no interpreta correctamente las señales de alarma y las asume como algo dañino que le impedirá afrontar el problema. En las situaciones más comunes, en las que desarrollamos un estrés de baja intensidad o de intensidad media, nuestra percepción y predisposición al estrés juegan un papel determinante. Es decir, el alumno puede utilizar estos niveles de estrés en su beneficio y no entrar en una espiral de efectos negativos.

Por otro lado, si perdemos el control sobre la situación, o esta se prolonga en el tiempo, puede aparecer el ESTRÉS CRÓNICO. Este tipo de estrés es el que comúnmente conocemos como estrés dañino. Pero, del mismo modo, es posible enseñar al alumno a manejar las situaciones que pueden desencadenar dicho tipo de estrés. También existen sistemas para fortalecer nuestro organismo y hacerlo mucho más resistente ante el estrés crónico.

Más información en el apartado CÓMO ACTUAR.

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