En las sesión que desarrollamos con el alumnado, trabajamos sobre los 3 aspectos básicos que permiten afrontar el ESTRÉS DIGITAL de forma efectiva

  1. Aprovechar el estrés de baja y media intensidad.
  2. Actuar sobre los estresores.
  3. Fortalecerse ante el estrés crónico o de alta intensidad.

Las estrategias que planteamos a los alumnos pueden trabajarse en paralelo, y no requieren un gran esfuerzo ni conocimientos especiales además de los facilitados durante la sesión. Se trata de cuestiones prácticas que pueden aplicar desde el primer día.

Vamos a enumerar las cuestiones que trabajamos:

 

1. APROVECHAR EL ESTRÉS DE BAJA Y MEDIA INTENSIDAD.

Está bastante extendida la creencia errónea de que el estrés es algo malo que hay que evitar. Esto hace que los alumnos que se sienten estresados piensen que no van a poder afrontar con éxito el trabajo, estudios o examen pendientes. Esta creencia resulta muy perjudicial para niños y adolescentes, pues sentir estrés es inevitable. A lo largo de su vida como estudiantes van a vivirlo en multitud de ocasiones, así que deben aprender a sacar partido de las reacciones de su organismo.

Multitud de estudios demuestran que el estrés es una reacción cotidiana que nos permite concluir de forma exitosa multitud de situaciones que se nos plantean a lo largo de nuestro día a día.

La realidad es que nuestro rendimiento aumenta bajo cierta presión, y esto los alumnos deben saberlo e interiorizarlo. El simple hecho de ser consciente de que bajo cierta presión nuestro rendimiento mejora, puede aumentar nuestra efectividad hasta en un 33% (1).

Si consideramos una situación de estrés como una AMENAZA, nuestro cerebro prevé que se va a producir un daño físico, y para reducir la posible pérdida de sangre contrae los vasos sanguíneos. Sin embargo, si consideramos que una situación es solo un DESAFIO, nuestro corazón comienza también a latir más rápido, pero no se produce una vasoconstricción con todos sus efectos adversos. Los estudiantes que llegan a entender el estrés como un desafío y no como una amenaza, no solo soportan mucho mejor el estrés, sino que obtienen mejores resultados (2). Del mismo modo, la percepción que tenga el alumno sobre su autoeficacia influye sobre la ansiedad (3).

Pero, si creemos que algo nos va a causar sufrimiento, lo que hacemos es intentar evitarlo. Si vemos una situación como un reto, entonces estamos preparados para afrontarlo. Esto es fácil trabajarlo con los alumnos a partir de sencillas pautas que les transmitimos en la sesión.

  1. ACTUAR SOBRE LOS ESTRESORES.

Denominamos estresores a los estímulos, condiciones o situaciones que generan estrés. En el caso del ESTRÉS DIGITAL, identificamos y trabajamos sobre los más importantes: La conectividad permanente, la falsa multitarea, la nomofobia, el FOMO y todas aquellas situaciones que pueden generar pensamientos irracionales y de fracaso anticipado.

Estos estresores llevan a niños y adolescentes a prestar una atención continua a su smartphone o a su tablet, sin llegar a desconectar mentalmente en ningún momento. Se sienten en la necesidad de comprobar sus estados cada poco minutos y contestar a cientos de mensajes diarios, ver y valorar fotos y vídeos (likes), crear contenidos propios, etc.

Más información en ESTRESORES.

  1. FORTALECERSE ANTE EL ESTRÉS CRÓNICO O DE ALTA INTENSIDAD.

En ocasiones, el estrés puede llegar a prologarse demasiado en el tiempo, generando una situación difícil de controlar: el ESTRÉS CRÓNICO. En esta situación la adrenalina y el cortisol de los que hemos hablado, pueden terminar generando importantes problemas y dificultando al máximo el desarrollo del trabajo escolar y de los exámenes.

Entre otras situaciones el organismo se agota, y el exceso de CORTISOL va a actuar sobre el Hipocampo dificultando la memorización y también la recuperación de la información. El exceso de ADRENALINA va a terminar impidiendo centrar la atención, y una vez que la AMÍGDALA toma el control sobre las decisiones se hace ya difícil dar respuestas racionales a las distintas situaciones.

Pero es posible hacerse mucho más resistente al estrés, e impedir que llegue a convertirse en estrés crónico. Sencillas pautas nos permiten prevenir su aparición, y son fáciles de interiorizar a todas las edades.

————

(1) Brad McKay, Rebecca Lewthwaite y Gabriele Wulf, “Enhanced Expectancies Improve Performance Under Pressure”, Frontiers in Psychology, núm. 3, 2012, pp. 1-5.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3265760/

(2) Mark D Seery 1, Max Weisbuch, Maria A Hetenyi, Jim Blascovich, “Cardiovascular measures independently predict performance in a university course”, en Psychophysiology, vol. 47, núm. 3, 2010, pp. 535-539.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20030765/

(3) Antoni Sanz 1, Francisco Villamarín, María Álvarez, Joaquín T Limonero, “Microanálisis de la relación entre autoeficacia meta y reactividad cardiovascular. Una prueba para determinar el papel moderador del valor incentivador y el papel mediador de la ansiedad”, en Psychophysiology, Octubre de 2006; 62 (1): 66-76.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16530866/

 

VOLVER

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de sus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad